miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿A qué llamamos adicción?

Una adicción, farmacodependencia o drogadicción es un estado psicofísico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco, caracterizado por la modificación del comportamiento y otras reacciones, generalmente a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga en forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y, en ocasiones, para aliviar el malestar producido por la privación de éste, es decir, el llamado síndrome de abstinencia. Se puede definir a una adicción como un mal habito que uno accostumbra a su cuerpo.
La búsqueda y el consumo compulsivo de
sustancias psicotrópicas, aunque, de manera más genérica, se aplica también a diversos hábitos que son nocivos, pero que resultan gratificantes para el sujeto. Usualmente el término se ha vinculado al consumo de sustancias psicoactivas, pero se ha extendido a otras situaciones que no requieren del consumo de ninguna sustancia, como el juego (ludopatía) o el uso de Internet. El término ha estado sometido a múltiples discusiones a lo largo del siglo XX y XXI, y ha sido objeto de variadas definiciones que reflejan, más bien, el estado de ánimo social y político más que una discusión netamente científica.
La
OMS, por ejemplo, ha utilizado los términos "habituación", "farmacodepedencia", "uso perjudicial" y otros para referirse al uso de sustancias, lo que refleja la discusión en el interior de los diversos comités que se han formado para discutir el tema. Igualmente la Asociación Americana de Medicina de la Adicción (ASAM), utiliza el término médico "dependencia química", para referirse a la enfermedad de la adicción, diagnosticada mediante el uso de los criterios del DSM IV; diferenciandola así de otros tipos de usos, tales como el experimental, ocasional, esporádico, habitual o el uso abusivo
En la actualidad existe un cierto consenso, no completamente aceptado, que distingue al menos dos fenómenos relacionados con el uso de sustancias psicoactivas: adicción y dependencia. Estos dos fenómenos son completamente diferenciables tanto en la clínica como en la neurobiología, conducta y tratamiento.
La palabra "adicto" viene del latín addictus, "apegado o adherido a una persona, una opinión, etcétera", participio pasivo del verbo addicere: "asignar, adjudicar, dedicar" (de ad, "a, hacia, para" + dicere , "decir"). Es errónea una etimología muy difundida que equipara "adicción" a "no dicción".

¿Qué es un vicio?

Vicio es toda aquella práctica o hábito que se considera inmoral, depravado y/o degradante en una sociedad. Con menos frecuencia, la palabra puede referirse también a una falta, a un defecto, a una enfermedad o tan sólo a un mal hábito pero, por supuesto, en ninguno de estos casos el uso de la palabra puede considerarse objetivo e imparcial. Algunos sinónimos de este término son: falta, depravación, exceso, mala costumbre, afición, desviación.
El
Diccionario de la lengua española editado por Espasa-Calpe lo define como una "excesiva afición a algo, especialmente si es perjudicial", como una "mala costumbre, el hábito de obrar mal" y como una "cosa a la que es fácil aficionarse".
La palabra proviene del latín vitium, que significa "falla o defecto" aunque, por supuesto, el significado social que se le ha dado a la palabra vicio se ha ido ampliando para incluir muchas otras acepciones.
Por otra parte, vicio es también el antónimo (el opuesto) de la
virtud.
Su equivalente en inglés, vice, también se utiliza como término jurídico genérico que abarca muchos tipos de ofensas criminales: la prostitución, las apuestas, la lascivia, la lujuria, el libertinaje y la obscenidad. Evidentemente, la inclusión de estas conductas y la exclusión de otras tiene mucho que ver con consideraciones morales.
El término vicio también se aplica, en sentido popular, a diversas actividades consideradas
inmorales por algunos; una lista de éstas puede incluir el consumo de bebidas alcohólicas (incluso aunque no se trate de alcoholismo) y de otras sustancias recreativas (incluso aunque no se trate de una adicción), las apuestas, el consumo de tabaco (incluso aunque no se trate de los niveles de consumo que definen el tabaquismo, es decir, la adicción al tabaco).